lunes, 24 de septiembre de 2012

Atentan contra El Observador (TOMADO DE LA PRENSA BURGUESA)


“Dejá de sacar fotos, chupap…, rajá de acá”, amenaza uno de los manifestantes. Inmediatamente, cinco o seis encapuchados dejan de caminar para asegurarse de que la orden se cumpla. Son algunas de las aproximadamente 150 personas que tomaron parte de una manifestación convocada por el grupo ambientalista Acción sin Fronteras, quienes marcharon hasta la puerta del Canal 4 para protestar contra el proyecto megaminero Aratirí, acusando a los medios de “tergiversar” la información sobre el tema, e informar “banalidades”.


Con pancartas como “Si a Aratirí, no al futuro de mis hijos”, la marcha también pasó por la puerta de El Observador, en la esquina de Guatemala y Cuareim, donde algunos militantes encapuchados arrojaron bombas de pinturas. Tomaron por sorpresa al guardia de seguridad y a una trabajadora que ingresaba al edificio: quedaron llenos de pintura.
En su blog, Acción sin Fronteras se presenta como una agrupación “de varias personas preocupadas por la instalación de otro nuevo mega-monstruo, otro nuevo mega-proyecto en el Estado uruguayo. Esta vez la instalación de la minería a cielo abierto por parte de la empresa Aratirí”.
Tras pasar por El Observador, en Canal 4 los esperaba una decena de Coraceros y un vallado. Uno de los manifestantes leyó una proclama, en la que acusó a los medios de “desinformar, manipular y mentir”.
El joven, cuya voz salía de un auto con dos parlantes en su parte posterior, acusó a los medios masivos de ocupar su tiempo en “sucesos banales, superficiales y muchas veces ridículos”. Aseguró además que la soja, la forestación, los agrotóxicos, la celulosa y los megaproyectos “amenazan nuestra tierra, nuestra agua, nuestro aire y nuestras vidas”.
“Los que somos explotados, contaminados, desplazados y se nos violan todos nuestros derechos, no tenemos voz en los medios. Pero sí la tenemos en la calle”, exclamó en el final de su alocución el vocero, lo que generó aplausos de la muchedumbre. Posteriormente entonaron algunos cánticos, como por ejemplo: “¡No se vende, la tierra se defiende!”. Incluso, uno de ellos fue dirigido al presentador del informativo Telenoche, Fernando Vilar: “¡Vilar, Vilar, Vilar, dejá de tergiversar!”.
Tras esto, algunos de los encapuchados -un grupo de aproximadamente 15 personas- arrojaron bombas de pintura hacia la fachada del canal y un televisor viejo en la dirección de los impávidos policías. Fueron las mismas bombas de pintura que arrojaron en la puerta de la redacción de El Observador
En el camino de ida hacia Canal 4 grafitearon algunos autos con la “A” de anarquía. Uno de ellos, relató un cuidacoches que fue testigo del hecho, fue un Volkswagen con chapa argentina (ver fotos). Pero en el camino de vuelta, algunos de los encapuchados fueron aún más lejos: rociaron con un líquido inflamable el pavimento de la esquina de Rondeau y Colombia y encendieron un intenso fuego. Tras eso, siguieron su rumbo hacia el Instituto de Profesores Artigas (IPA), donde estaba prevista la desconcentración. El conductor de un taxi eligió atravesar las llamas; los cuatro o cinco autos que esperaban el cambio del semáforo prefirieron esperar a que se extinguieran.
El hecho generó festejos por parte de un grupo de cuatro jóvenes, tres chicas y un joven, que presenciaron la escena en la puerta del supermercado que se encuentra en la esquina. Tras afirmar que estaban contra Aratirí y los megaproyectos, defendieron este tipo de accionar: “Lo que pasa es que protestan así porque sino, no nos dan bola”, dijo una de las chicas. Llevaba una bandera de color verde con una calavera que usa casco de minero y dos picos cruzados en lugar de los huesos. La joven indicó que, además de estar vinculados con Acción sin Fronteras, el grupo tiene relación con otro blog, Periódico Anarquía.
“El encapucharse, cubrirse el rostro, ha sido, es y será una de nuestras formas de defendernos”, afirma el grupo Acción sin Fronteras en su blog, en una nota publicada el 1 de setiembre de 2012. Allí narran los problemas que tuvieron con el equipo de producción “del programa circense Cámara Testigo”.
“Internet y el desprestigio es el arma principal de los difamadores, la acción directa y el cara a cara es la nuestra. Arriesgar el cuerpo frente a las máquinas, estar siempre presentes no será detenido por los sedientos de control. En las calles está la lucha, solidaridad con los que pelean en cualquier parte del mundo. ¿Quién dijo que esto terminó?”, finaliza el texto firmado por el colectivo. Foto y nota de El Observador.


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