"Una vez más… somos las mujeres, nuestro cuerpo, nuestra sexualidad, que sentimos amenazada y atacada por esta lógica de control que reprime toda pizca de expresión individual que se imprime fuera de los parámetros pre-establecidos.
Se trata de un nuevo reglamento (dentro de la ley de salud sexual y reproductiva, en lo que refiere al oficio de la partería) que limita la asistencia de los partos sólo a instituciones habilitadas por el inisterio, prohibiendo el acompañamiento de los nacimientos en domicilio. Este es formulado sin acuerdo mínimo ni participación de dichas profesionales involucradas y pasando por arriba de todas nosotras -las mujeres-; que además de situarnos como consumidoras pasivas del servicio, dónde parir se reduce a un acto médico; pretenden imponernos que debemos parir en los hospitales, atentando claramente contra nuestra autonomía, nuestras vidas y nuestras elecciones más íntimas."
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