Ayer 3 de febrero las organizaciones sociales que reclaman el retiro total, inmediato e incondicional de las tropas uruguayas en Haití (SERPAJ, PIT-CNT, y la Coordinadora por el retiro de las tropas han sido las presentes en esta instancia) fueron recibidas por el canciller Luis Almagro y sus asesores.
Le manifestaron que los hechos que vienen ocurriendo en Haití (no realización de elecciones, caducidad del senado, falta de acuerdo entre gobierno y oposición, manifestaciones permanentes de la población reclamando la renuncia del presidente Martelly y el retiro de las tropas de ocupación, conflictos sindicales debidos a la penuria de la población, y actos de represión violenta contra las mismas por la policía haitiana (una sindicalista gravemente herida el día anterior, por ejemplo), configuran plenamente la situación que nuestro gobierno ya había planteado como lo que motivaría que Uruguay retirase indefectiblemente de inmediato la totalidad de sus tropas de Haití.
Almagro responde, muy resumidamente, lo siguiente:
Uruguay ha retirado en forma bastante rápida la mayoría de las tropas (quedan 250 de 1200 que había), pero no ha encontrado ningún eco entre los países de la región para nuestro planteo solitario del retiro. Dados los compromisos adoptados fundamentalmente en UNASUR y MERCOSUR de resolver este tema en forma coordinada, un retiro unilateral dejaría a Uruguay aislado de los demás gobiernos de la región.
Tampoco se podría, a su juicio, definir a ciencia cierta que el régimen haitiano sea plenamente una dictadura, si bien sin duda no es una democracia. Tampoco que la responsabilidad por la falta de acuerdo sea exclusivamente de Martelly, Almagro atribuye parte de la responsabilidad a la oposición haitiana, de la cual un sector ni siquiera acepta negociar.
Ante todo esto, teniendo Uruguay definido completar el retiro de los 250 efectivos restantes en abril de 2016, y de no mediar nuevos eventos contundentes que precipiten los hechos, el gobierno mantendrá ese plazo
No se estima que tampoco asumiendo nuevas responsabilidades, un lugar para Uruguay en el Consejo de Seguridad de la ONU, o Almagro en la Secretaría General de la OEA, esto vaya a modificar las posibilidades de un cambio sustancial.
En conceptos de Almagro, la MINUSTAH ha fracasado completamente. Existe el peligro incluso, si la situación política se complicase en Haití al grado de haber una guerra civil, que las presiones sobre Uruguay para quedarse sean todavía mayores.
En el ambiente de la cancillería y su entorno existe la impresión de que no habrá elecciones en Haití antes de junio, y aun de haberlas serán "selecciones" digitadas por fuerzas externas más que elecciones plenamente libres.
Tanto Almagro como los miembros de su equipo ratifican que la política exterior de Uruguay debe atenerse al principio de autodeterminación de los pueblos y no injerencia en los asuntos internos de otros países.
Ante conceptos tan contradictorios, los delegados presentes de las organizaciones mencionadas manifestaron que estos, más que argumentos para permanecer en Haití, refuerzan más aun la necesidad y la urgencia de retirarse
Luego de la reunión, y ante los hechos atribuidos a la oposición, hemos consultado una vez más a las organizaciones haitianas con las que mantenemos un contacto permanente que es de público conocimiento de cancillería. Nos reiteran nuevamente:
La responsabilidad plena de la no realización de elecciones durante los 3 años de su gobierno es de Martelly. Montó un consejo electoral de acólitos sin respetar las normas constitucionales. Violó la constitución nombrando a dedo alcaldes en todas las comunas del país para fabricar su propia clientela política y poder digitar el proceso electoral. Todo esto fue rechazado por el conjunto de los actores políticos democráticos y refuerza el reclamo a la renuncia de Martelly como condición previa e imprescindible para un proceso democrático.
COORDINACIÓN DE ORGANIZACIONES SOCIALES
POR EL RETIRO DE TROPAS DE HAITÍ
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