enero 21, 2013
Extraído del blog de la Coordinación contra los Megaproyectos.
Somos autoconvocados/as de todas partes de Uruguay y del mundo. En
repudio a los megaproyectos que hace más de quinientos años saquean y
destruyen la tierra, repudiamos a los políticos con sus trampas
discursivas y sus falsas promesas de trabajo y progreso. Acampamos a
partir del 10 de Enero en La Paloma con el objetivo de informar y
potenciar la lucha contra los megaproyectos. Hoy la situación nos lleva a
rumbear nuestros esfuerzos hacia otro lugar pero con la proyectualidad
de volver en Marzo. La tierra no se esta muriendo la están matando y los
responsables no sólo son los grandes capitales internacionales, sino
todos sus sostenedores nacionales y locales como el Alcalde Alcides
Perdomo y el Intendente Artigas Barrios con todo su combo represivo.
La única forma que tenemos de frenar este mundo de explotación es dejando de mirar para otro lado cuando algo le pasa a otro y dejando de agachar la cabeza cuando algo nos pasa a nosotros/as, el miedo y la resignación son unas de las tantas armas que los poderosos tienen para que todo siga estando como está.
La única manera que hay de detener el poder y los planes de mercantilización que tienen para la tierra y para nosotros/as es creando lazos sinceros de solidaridad y de apoyo mutuo, deteniendo las relaciones regladas por el dinero y las relaciones de poder.
La única forma que tenemos de dar vuelta esta realidad es dejando de pensar que otros/as lo harán por nosotros/as, es dejando de lado la idea de que alguien nos representa, aquellos/as que se hacen llamar representantes no ven en nosotros/as más que una herramienta para seguir con sus vidas de privilegios.
Sólo nosotros/as sabemos cuales son nuestros problemas y sólo entre nosotros/as encontraremos soluciones, sin intermediarios, con la acción directa adelante.
La tierra no nos pertenece sino que nosotros/as pertenecemos a ella. Por lo tanto tenemos un compromiso natural de defender la vida.
La única forma que tenemos de frenar este mundo de explotación es dejando de mirar para otro lado cuando algo le pasa a otro y dejando de agachar la cabeza cuando algo nos pasa a nosotros/as, el miedo y la resignación son unas de las tantas armas que los poderosos tienen para que todo siga estando como está.
La única manera que hay de detener el poder y los planes de mercantilización que tienen para la tierra y para nosotros/as es creando lazos sinceros de solidaridad y de apoyo mutuo, deteniendo las relaciones regladas por el dinero y las relaciones de poder.
La única forma que tenemos de dar vuelta esta realidad es dejando de pensar que otros/as lo harán por nosotros/as, es dejando de lado la idea de que alguien nos representa, aquellos/as que se hacen llamar representantes no ven en nosotros/as más que una herramienta para seguir con sus vidas de privilegios.
Sólo nosotros/as sabemos cuales son nuestros problemas y sólo entre nosotros/as encontraremos soluciones, sin intermediarios, con la acción directa adelante.
La tierra no nos pertenece sino que nosotros/as pertenecemos a ella. Por lo tanto tenemos un compromiso natural de defender la vida.
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