En la tarde de ayer, Pedro Barneix -general retirado, uno de los tantos torturadores de las Fuerzas Armadas en la dictadura-, tuvo que ir al juzgado de 25 de Mayo y Misiones a declarar por la acusación de haber asesinado a Aldo Perrini durante la dictadura en 1974 en el Batallón 4 de Colonia.
Cuando salía por la puerta lateral del Juzgado se encontró con que lo estaba esperando Nino Perrini -el hijo de Aldo Perrini- y ni tuvo tiempo de reaccionar que ya le había metido un par de piñas.
Sí,un par de golpes no son nada en comparación con todo lo que hicieron.
Pero un par de golpes son un par de golpes y aplaudimos la actitud.
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